Omar saborea con dulzura los labios de Marcos pero el chico se le aparta con miedo. Le gusta pero le asusta tener el cuerpo casi desnudo del guapísimo negro tan cerca de él. Se aparta de él y se toca los labios asustado. Omar está tan desconcertado como Marcos. Le ha gustado el beso pero no puede olvidar que sólo es un niño. Le produce mucha ternura verlo delante de él con su cara de susto pero también le produce culpa.
--es un niño... es un niño... No puede ser... –va pensando.
Pero aunque se quiere convencer que no puede ser su cuerpo le está diciendo lo contrario. Muy sofocado el guapo hombre toma su ropa.
--yo lo siento... no volverá a pasar... doña Elena tenía razón... lo mejor es que no nos veamos más... yo no te quería hacer daño...
Aturdido por el beso y ahora la huida del hombre por el que suspira desde que lo conoció, Marcos dice:
--tú me dijiste que seríamos amigos...
Omar lo mira con ganas de besarlo y abrazarlo pero no lo hace.
--me equivoqué...
Omar se da la vuelta, lleva la ropa en la mano. Marcos le lanza un grito desesperado:
--¡no te vayas Omar¡
Omar se queda clavado. No se va ni se mueve. A los dos le quema él deseo. Marcos lo mira con cierta timidez y le dice:
--antes nunca nadie me había besado... ha sido mi primer beso... Siempre soñé con un hombre como tú me besara por primera vez.
El adolescente se le ha metido más dentro de lo que quería, más dentro de lo que pensaba. Hace un esfuerzo para que no se le salgan las lágrimas. Se acerca a Marcos que lo mira ilusionado.
--será un hermoso recuerdo para mi saber que fui yo el que te dio tu primer beso y siento habértelo robado.. tú merecías que fuera alguien mejor...
--no habrá nadie mejor que tú... –dice lloroso.
Omar le sonríe. Lo acaricia y los dos se sienten feliz.
--pero eres un niño –Omar asustado de lo que siente.
--Ya soy un hombre... y yo... te amo... –Marcos tiembla pero ha esperado ese momento demasiado tiempo como para callarse.
Marcos lo besa y aunque Omar no quiere responder lo hace... Los dos disfrutan de ese beso. Se abrazan. Se aferran el uno al otro.
--¿qué me has hecho? ¿qué me has hecho? –pregunta Omar con desesperación.
Marcos lo acaricia con las ansias de un hombre enamorado:
--¿es que tú no me amas como yo a ti? Yo sé que tú eres mi príncipe, el príncipe que llegó del agua para hacerme feliz, libre...
Omar le sonríe con ternura. Lo besa en la mano y con mucha dulzura le dice:
--Yo no soy un príncipe, yo no vine de ningún sitio para nada... sólo soy un hombre... tú tienes mucho que vivir, eres un niño lleno de ilusiones y yo no tengo derecho a romper ese sueño, a truncar tu crecimiento... un día llegará a tu vida un hombre que sí sea digno de ti y te ame de verdad.
Marcos lo mira lloroso y le dice:
--es que tú no me amas...?
La tristeza de Marcos le parte el alma a Omar.
--entiende que aunque yo te amara no puede ser... tú aún tienes mucho que crecer y yo...
Omar no puede decir nada ya que las lágrimas lo enmudecen y huye. Marcos se queda desconcertado.
--Yo te amo, yo te amo... –dice lloroso.
En el interior de la casa, Bárbara observa como su amante está hablando con su hija. Es muy paternal con ella. Por un momento le sabe mal no poder amarlo.
--si no fuera por ese maldito que me secó... aquel primer hombre que se burló de mi y que me marcó para siempre... pero esa paliza sólo fue el aperitivo... No sé cómo pero algún día te cobraré por todo el daño que me hiciste...
Cuando Rosalinda se va, Bárbara se acerca a su amante. Muy fría le dice que vayan al despacho. Él la sigue triste, cree que aún está enfadada con él. Bárbara lo encierra en el despacho con ella dentro y se tumba sobre la mesa esperándolo. Blas le hace el amor feliz. Luego mientras él se abrocha los pantalones la mujer le pregunta:
--¿qué es lo que quería mi hija?
--No quiere volver al internado... creía que ya no volvería... me ha pedido que te convenza de que no la saques de la finca...
--¿y tú que le has dicho?
Con tristeza el hombre le dice:
--que yo no soy nadie en tu vida... ¿de veras la vas a mandar al internado?
--Yo no quiero que sea una fracasada como el estúpido de Marcos... como ha estado enferma pues le he permitido que estudie en casa pero ella tiene que ser una gran dama de la ciudad...
--A Marcos también le hubiera gustado estudiar...
--Ese no tiene porque estudiar... es el hijo de una mujer de la calle, ya puede estar satisfecho de que le deje quedarse en esta casa... no tiene porque salir, no necesita nada...
--a veces eres demasiado cruel...
--tú tampoco eres un santo...
--si pero...
Ella lo calla con un beso.
DIARIO DEL RICARD
27 noviembre
A veces pienso en mi madre, que esté donde esté no le gustaría verme acabado pero por otro lado pienso que ella permitió desde el cielo que me hicieran daño. Quiero intentar salir adelante por ella, para que ella esté orgullosa de mi. No quiero que mi buen humor sea por un hombre, me gustaría poder dedicarle mi triunfo a mi madre (como siempre me dice mi tía, su hermana)... aunque a nadie le amarga un dulce y si veo a mi macizo pues mejor. Él llega casi a la hora de cerrar y a mi el corazón se me pone contento. Me saludo y se acerca a su chica a la que le da un beso en la frente. Él pasa su tarjeta y se pone en un ordenador. Los tres estaban bien cerca. En un momento dado yo paso detrás de él. Me sonríe y me dice:
--¿qué tal?
--me hice fotos tal y como me dijiste.
--¿si? ¿te las hiciste? Pero con barba?
--pues si y la verdad es que no me voy a dejar barba más... estoy horrible...
--estabas diferente –me dice.
--luego te las enseño.
--vale, vale –me dice sin mucho interés.
No apura mucho el tiempo. Cierra el ordenador y se queda con la chica. Yo voy y vamos mirando las fotos. Las va comentando. Yo intento hablar un poco con él.
--bueno, venga... –me sonríe, me da un toque en el brazo y se va con la chica.
Supongo que deben vivir juntos... ¡¡que rabia¡¡ y eso que ella tampoco es gran cosa... es más bien feucha...
Por cierto... sin venir a cuento Antonia me ha preguntado por él con nombre y apellido. Yo he tardado unos segundos en saber de quién me hablaba. No sé porque ella le tiene tanta manía. Un año fueron juntos a la misma clase y lo definía como un repetidor nato y el terror de les nenas ya que las perseguía a todas (a todas?) A ella también? No me he atrevido a preguntar pero por algo a pesar de los muchos años que han pasado aún le tiene tanta manía.
--era un cerdo en plena clase tenía conversaciones guarras con chicas –me dice (que pena no estar yo y oírlo)
Además me ha dicho que le caía mal porque era un pelota, que era simpático con todos por compromiso. También nunca hablaba catalán y ahora sí. Han pasado años pero esto me ha sacado un poco de honda. Aunque yo no creo que hable conmigo por compromiso. Se me hubiera sacado encima. El otro día estuvimos horas en la calle y él se notaba con frío... nadie hace eso por compromiso... A lo mejor por pena sí porque me ve muy solo pero no compromiso... Sea como sea él es quien más me ha ayudado a salir adelante... ya no me siento una máquina que se mueve por inercia... por él tengo ganas de vivir y siempre le estaré agradecido por eso.
29 noviembre
Aunque me quiero convencer de que todo está bajo control, la verdad es que cada vez estoy más colgado de Francisco. Era ya tarde y ya temía que me tendría que enfrentar a un fin de semana sin haberlo visto y eso me tenía muy triste. Sólo estoy animado e ilusionado si él está cerca de mi. Paso el fin de semana deseando que llegue el lunes para verlo. Mi corazón brinca de alegría cuando lo veo entra. Él pasa por mi lado y me dice hola sonriendo.
--bueno pues... –me dice.
No sé si esperaba que yo le dijera algo pero yo estaba triste y aunque me hubiera venido bien hablar con él pues no he sabido qué decirle. Me hubiera animado que él tomara la iniciativa pero pasa de largo y se va.
En un momento lado veo que mira y me sonríe y yo feliz y resulta que detrás tenía a su chica que acaba de llegar. ¡qué rabia¡¡que desilusión¡¡ Ella se va con él. A la hora de salir se van juntos. Francisco no tenía intenciones de decirme nada pero yo provoco el encuentro.
--sabes que me llamaron para una entrevista? Aunque ya sé que no me la darán...
--¿porqué?
--es que como dije que me gustaba escribir pues me han llamado de traductor.
--¿de inglés?
--No hombre... de castellano a Catalán... no sé inglés...
--bueno, yo que sé –se defiende.
--Lo que pasa es que es para con ordenador y nadie me ha preguntando sí se mecanografía...
--¿y sabes?
--pues no... es que no sé cómo se les ha ocurrido llamarme para eso.
--te tendrías que llevar el trabajo a casa y el ordenador –me dice riendo.
Luego me toca el hombre y me da una palmada muy fraternal mientras me dice:
--bueno, Ricardo...
Me encanta. Estábamos los dos parados pero no parecía que tuviera interés que yo lo acompañara. Él iba con la chica de siempre.
Yo estaba triste pero solo unos segundos con él me han levantado el ánimo, me han llenado de ilusión. Tampoco es pedir mucho si me conformo con eso, ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario