martes, 7 de septiembre de 2010

capítulo 27 ( y último)



















Rosalinda se angustia mucho al ver a su padre caer por las escaleras. Francisco pierde el conocimiento, Rosalinda llora:
--no te mueras papá... no te mueras... –le suplica tocándole la cabeza.
Francisco medio recobra el conocimiento:
--mi hijo, ayuda a mi hijo –murmura.
--Marcos ha ido detrás de la señora –dice doña Elena débil y asustada.
Francisco trata de levantarse ya que no espera que Marcos haga nada para defender a su hijo pero se equivoca. Bárbara quiere dejar la casa con el bebé en brazos pero Marcos se lo arranca de los brazos y Bárbara huye sola...

Con la ayuda de su hija, Francisco se levanta. En eso que baja Marcos por las escaleras.
--tu hijo está bien... –le dice entregándoselo.
Francisco agarra a su pequeño. No tiene palabras para agradecerle a Marcos lo que ha hecho por él. Aún hay un muro que los distancia...
--¿y mi madre? –pregunta Rosalinda.

Bárbara entra cuando no la esperaban apuntándolos con un arma.
--¡no hagas ninguna tontería¡ --le dice Francisco.
Bárbara apunta hacia el bebé:
--¡voy a matarlo sino te vienes conmigo¡ --le dice a Francisco.
Bonita aparece como de la nada y se lanza sobre Bárbara.
--¡ya no vas a hacer más daño¡
El terror está sembrado en los presentes. Nadie sabe qué hacer. Se oye un disparo y cae Bonita en medio de un charco de sangre. Francisco está conmocionado. Agarra con fuerza a su pequeño. Bárbara tira el arma. Está sofocada.
--¡no quería hacerlo, fue su culpa¡ ¡¡Ella me obligó¡
Trata de acercarse a Francisco:
--¡yo te amo¡
Bárbara se pone como loca al ver que el hombre se aparta de ella asustado, Rosalinda y Marcos están tras Francisco que los protege a ambos. Además Francisco se da la espalda para proteger a su bebé. Bonita está mal herida, aprovechando que Bárbara trata de que Francisco la mire, Bonita, con un hilo de vida, agarra esa pistola y dispara a Bárbara tomando a todos de sorpresa. Bárbara cae muerta al lado de Bonita que muere segundos después dejando en shock a los presentes. Marcos se santigua y abraza a Rosalinda. Francisco llora muy aferrado a su bebé.

En la más estricta intimidad, Francisco despide a su Bonita. Él solo en el cementerio del pueblo. No ha sido capaz de avisar a nadie porque no sabe qué explicar. Está totalmente destrozado,
--¡¡esto no puede estar pasándome¡¡¡ --dice con angustia.
Llora enloquecido de dolor al recordar lo feliz que era hace unos días y cómo todo ha acabado en una pesadilla. Francisco se hunde de dolor... El hombre agarra una de las rosas que tiene su mujer y la deja en la solitaria tumba de Ricard.
--Descansa en paz, amigo. Y espero que puedas perdonarme –dice con tristeza.

Días después...
Francisco está tratando de animar a su hija que le da el biberón al pequeño Francisco.
--sé que es muy duro lo que pasó con tu madre pero al menos todo ha acabado... ahora podemos ser felices...
--no me puedo creer que todo esto haya pasado... que mi madre esté muerta... ¿y ahora? ¡qué va a pasar?¿qué va a pasar con Marcos?
--No lo sé... la verdad es que no lo sé...
--deberías hablar con él... no puede seguir sin hablarte... Ahora es viudo, viudo de la madre de tu hijo.
--es que la situación es difícil... yo ahora soy lo único que Marcos tiene y no le puedo decir que es un hijo para mi cuando yo...
Francisco no es capaz de decir nada. No le puede decir lo cruel que fue con él.
Una lágrima cae sobre el guapo hombre mientras su hija se la acaricia:
--te quiero papá.
Francisco la abraza. Si tiene a sus hijos ya no le importa nada.
--Quiero pedirte algo --dice la niña.
--Lo que quieras.
--Quiero llevar tu apellido, ser tu hija legalmente.
Es algo que emociona mucho a Francisco.
















A pesar que prometió que no volvería al lago, Marcos va. Ahí está Omar.
--sabía que eras tú el que me citabas... supongo que sabrás que fuiste injusto con mi hermano... –le reprocha.
Omar lo mira con rabia:
--¿¿injusto? ¡¡Tu padre mató al mío¡¡
--¡el tuyo se acostó con mi hermano por dinero... tu padre fue el que acabó con mi familia¡¡
--¡¡eso no es cierto¡¡
Omar le agarra del brazo:
--¡¡te odio, te odio¡¡
--¡¡y yo a ti... no te quería volver a ver¡¡
--¿y porque viniste?
--¿por qué me mandaste una nota?
El amor es más fuerte que el odio y se besan.
--te amo... te amo... a pesar de todo te amo... –le dice Marcos.
El guapo negro se aparta de Marcos con odio y le dice:
--¡te casaste¡¡¿cómo me puedes hablar de amor?
--tu me engañaste y por tu culpa mi primera vez no fue como yo soñé... –llora.
Omar sonríe con rabia y le dice:
--a mi no me importa no ser el primero si no que me traicionaras... te casaste por dinero...
--Tú desapareciste... --le reclama.
--tú me hiciste desaparecer... --Omar con rabia.
--¿de qué hablas?
--¡¡tú me mandaste matar... ¡¡ --rabioso.
--¡¡eso no es cierto¡¡
--¡¡a mi no me llamas mentiroso¡¡
Omar lo besa y lo tira al suelo para hacerle el amor a la fuerza.
--¡¡no, no... así no¡ --suplica Marcos asustado.
Como una furia Omar le dice:
--¡te gusta más como lo hace el otro?¿¿¿Quién fue?¿¿o son varios?
Omar se aparta de Marcos, los dos se miran sofocados. Omar se lleva las manos a la cabeza. Mira a su amado triste.
--Ya no eres el mismo. Tus ojos han perdido la inocencia.
Marcos agacha la mirada. Siente vergüenza por lo que ocurrió con Francisco y Omar cree que es porque es culpable, que se cejó por la ambición, que lo hizo todo por la herencia. Omar se va furioso aunque antes mira al chico con un odio que lo lastima. Marcos se retuerce de dolor. Llora.



















Marcos no puede dejar de llorar. Francisco se acerca a Marcos.
--¿¿qué haces aquí?
--Es muy hermoso este lago.
A pesar de la rabia con la que el chico lo mira, Francisco se le acerca. Se sienta a su lado.
--Lo siento... lo siento mucho... –dice con tristeza—siento lo que te hice.
Marcos llora con angustia.
--¡Era mi primera vez¡
Omar ha vuelto atrás porque le sabía mal dejar a Marcos en ese estado. No puede creer que fuera Francisco quien estrenó a Marcos. Francisco quiere acariciar a Marcos fraternal pero Marcos lo rechaza con miedo. Se levanta. Francisco está muy triste.
--¿ y ahora que voy a hacer...? Yo tampoco puedo vivir con esa culpa.
Marcos lo ve tierno. Lo sabe una víctima.
--No creo que podamos ser amigos nunca.
Omar está muerto de los celos y se queda ahí sin ser visto pero escuchando todo.
--Será mejor que me vaya de la finca
Pese al miedo que le da el hombre, Marcos tiene terror de quedarse solo.
--Rosalinda es mi hermana pese a que no lleve mi sangre. Quedaos en la casa. ¿Dónde vas a ir con los dos niños?
Francisco agacha la cabeza. No es capaz de mirar a los ojos a Marcos.
--No merezco que seas tan bueno conmigo.
Francisco lo trata con afecto y a Marcos se le olvida un poco el rencor.
--Eres el padre de mi hermana.
--He pensando ir a la policía… me entregaré…
A Marcos le conmueve el arrepentimiento del hombre pero no quiere que nadie sepa que lo violaron.
--No hagas eso, te juro que yo olvidaré lo que pasó con la condición que mi hermana no lo sepa. Tus hijos te necesitan.
Francisco mira a Marcos con lágrimas en los ojos:
--te violé.
Esas palabras le desgarran el alma. Omar está muy impresionado. Se tira sobre Francisco dispuesto a matar a golpes al hombre..
--¡Eres un maldito… un desgraciado¡
Francisco no se defiende:
--Iban a violar a mi Bonita, creí que Marcos era culpable.
Es lo único que puede decir a su favor pero deja que Omar se desahogue. Marcos grita que los separen. Llama a los hombres de la finca. Ellos lo separan. Francisco está mal herido y los peones lo ayudan a entrar en la casa por la puerta de atrás para que Rosalinda no lo vea. Omar y Marcos se quedan juntos sin saber qué decir. Cuando llegan a la casa, en la sala los espera Yazmine. Siente celos al verlos juntos pero hace como si nada. Se lanza sobre Omar y besándolo dice:
--¡estoy embarazada…¡ ¡¡vas a ser papá¡
Omar no da crédito a lo que oye. Le duele el dolor de Marcos que abandona la sala sin decir nada. Antes lo mira con el rostro lleno de lágrimas y eso le parte el alma a Omar.






















8 meses después… Omar espera ansioso en la sala de partos. Llega una enfermera.
--enhorabuena, es usted padre de un niño precioso.
Omar sonríe emocionado:
--Omarcito…
La enferma tiene cara seria y Omar se da cuenta que algo no va bien.
--¿y mi esposa?
--Lo siento. Murió.
Omar se queda callado. No puede lamentar por él la muerte de Yazmine, su compañía se había vuelto insoportable.

Francisco, por su lado, va a buscar a Isabel. La encuentra llorando.
--Mi amor, ¿qué te pasó?
--¡Mi hermana me odia¡ ¿¿porqué no me dijiste que te acostaste con ella¡? ¡¡Fuiste su primer hombre¡
Francisco se lleva las manos a la cabeza. Le da terror que una vez más el pasado le cueste su felicidad.

Días después, Marcos ya ha cumplido 18 años pero no ha querido fiesta. Está demasiado triste como para eso. Francisco es cariñoso con él.
--Me duele verte triste. Deberías salir de la finca, ver el mundo.
Y Marcos es lo que siempre deseó pero ahora no le interesa.
--Ni tiene caso.
Francisco le pone la mano en los hombros muy fraternal pero aunque lo ha perdonado, Marcos aún rechaza el contacto físico. Eso es algo que apena a Francisco que trata de vivir con el recuerdo de lo que le hizo.
-- yo quiero verte contento... Yo estoy feliz con mis hijos y enamorado... tú deberías olvidar el pasado.... Sé que es duro lo que te hice pero si no me perdonas nunca obtendré la paz.
Una lágrima se desliza por el rostro del guapo Francisco. Marcos se la acaricia con tristeza:
--te perdono.
Francisco lo abraza y Marcos no se aparta pero está nervioso. Francisco se aparta, trata que Marcos lo vea como un hermano. Le habla como tal.
-- deberías empezar una nueva vida... aquí o donde quieras... si no quieres vivir conmigo pues me voy yo...
--No, no... Esta es la casa de tu hija...
--y tuya también, mi hija y tú acordasteis que todo sería para los dos ya que ninguno se quería quedar con nada... Ya que se perderá la herencia de tu abuelo pues no tendría caso que se perdiera la de tu padre también.
Rosalinda baja con el pequeño. Felicita a Marcos. Luego Francisco juega con sus dos hijos. Marcos los mira con ternura mientras piensa en Omar. Le dan celos al imaginarlo feliz con su esposa y su hijo.

Marcos va al lago. Le sorprende ver a alguien bañándose. Es Omar. Marcos se acerca al agua.
--¿qué haces aquí?
Omar nada hacia la orilla. Va saliendo y pícaro dice mientras muestra su cuerpo desnudo:
--soy tu regalo de cumpleaños.
Marcos traga saliva. Omar se le acerca. El corazón de ambos late con fuerza. A ambos les cuesta hablar. Están emocionados de volver a verse después de meses.
--¿y tú aquí?
Omar es muy cariñoso:
--tú y yo tenemos una deuda pendiente. ¿te acuerdas? Dijimos que nuestra primera vez sería al cumplir tu mayoría de edad.
Marcos traga saliva.
--¿no te apetece? –Omar muy sensual.
Omar se mete de nuevo en el lago a la vez que anima a Marcos a que haga lo mismo. Marcos se queda desnudo. Desde el agua Omar lo mira con deseo. Es la primera vez en meses que Marcos se baña desnudo en el lago. El agua está fría pero la pareja, pese a estar completamente desnuda, está muy caliente. Se abrazan. Se besan. Marcos tiembla.
--No te haré daño… confía en mí --Omar amoroso.
--Lo sé, pongo tu vida en mis manos.
A Omar le emociona que diga eso después de todo lo que pasó. Los dos se miran frente a frente, abrazados. Suspiran. Nada más verse se habían dado cuenta que se aman como nunca.
--sólo tengo una palabra: te amo... –Omar.
Sobre las palabras, entre besos y caricias se funden y en ese mismo lugar en el que se conocieron y se enamoraron hacen el amor con una pasión como nunca ambos han sentido. Es como si nunca antes Omar hubiera experimentado el placer de la carne. Para Marcos es su primera vez. Ambos se unen en un solo cuerpo y saben que será para siempre.

4 años después...
En la finca de los Alsius, Francisco acuna a una bebita recién nacida.
--mi niñita... mi linda Isabel... eres tan bonita como tu madre...
Un niño de 5 años entra en ese momento.
--hola papi.
--Francisco campeón –dice él hombre abrazándolo.
Francisco acerca a su hijo a la cuna para que pueda besar a su hermanita.
--me dijeron que una señora te quiere ver... –niño.
El guapo hombre deja a los niños al cuidado de doña Elena y va a ver a su visita. Se sorprende al ver a Antonia.
--¿tú aquí?
--sé que en estos años me he portado muy mal, que lastimé a mi hermana con mi desprecio... no me hizo gracia que te casaras con mi hermana.
--yo no te quiero hacer daño... sé que merezco tu rabia pero éramos jóvenes...
--si tranquilo, que no pienso ser una nueva Bárbara pero entiende que es difícil para mi que seas mi cuñado... pero sé que eres buen hombre y estoy seguro que eres el hombre perfecto para mi hermana... perdón por mis groserías pero la felicidad de mi hermana me ha hecho reflexionar...
Los dos se abrazan. Isabel los sorprende.
--¿y esto?
Francisco se asusta, teme que todo haya sido una trampa de Antonia.
--tranquila hermana... tú marido es muy fiel... yo vine a pediros perdón a todos y a desearos que seáis muy felices...
Las dos hermanas se abrazan. Luego el matrimonio se sonríe:
--te amo, no soportaría perderte...
Ella lo abraza.
--Nunca me vas a perder. Nunca. Te amo tanto.
Los dos se sonríen y se besan.

















































En la ciudad, Rosalinda es toda una mujer que ya va a la universidad. Se topa con un hombre que pasa de largo pero ella lo reconoce. Es Blas. Tras la presentación y para sorpresa de él, ella lo bofetea. Le recrimina que la abandonara, que dejara la finca sin ninguna explicación. Blas escucha los gritos sin saber que decir y sorprendido y excitado por el cambio de la que fuera la niña de su amante. De pronto Rosalinda se lanza sobre él y lo besa. Ambos acaban haciendo el amor.
--No me esperaba esto... yo... no sé que pasó... No sé qué decirte... no te quería ofender... no lo pensé... si hubiera sido que nunca estuviste con un hombre –dice aturdido.
Ella lo mira enamorada:
--he soñado tanto con este momento... yo te amo desde niña...
--yo... –dice aturdido.
--sí, yo sé que amabas a mi madre... que eras su amante...
--ella nunca me amó –dice triste.
--pero yo sí y si no hay nadie en tu vida me gustaría intentarlo...
--no, nunca hubo nadie más en mi vida...
--No me dejes, no me dejes...
--si no me dejas tú a mi...
Aún desconcertado por algo que no se esperaba, Blas acepta de nuevo los besos y los abrazos de esa mujer a la que un día miraba como a una hija.

Como siempre había hecho, Omar y Marcos se bañan desnudos en el lago pero a estos ahora se les ha sumado el pequeño Omarcito. Los 3 son una familia. Entran en el agua con el pequeño en medio, cada uno le agarra de las dos manos. Omarcito quiere a sus dos papás por igual y los dos hombres comparten su vida y el amor por ese niño que es su hijo. Se meten en el agua, el pequeño en brazos de los dos. Omar y Marcos se sonríen inmensamente felices y se besan.
FIN

capítulo 26




Francisco, con dureza, rechaza el diario de Ricard:
--¡yo no quiero nada de eso...¡¡
--él te admiraba... –Isabel con dulzura.
--¡¡se quería acostar conmigo y por eso se vengó en mi mujer...¡¡ --con mucha rabia.
--¡no, no...¡ --primero nerviosa y luego más calmada-- él era buena persona. No era un asesino.
--¡esto no tiene sentido... era tu primo... está claro que tú lo vas a defender... ¿si no era culpable porque se mató en vez de luchar por su verdad?¡
--porque fue rechazado por su familia por ser homosexual, porque vivió traumatizado toda su vida...
Con cierta ironía, Francisco dice:
--si claro... asesinar debe traumatizar mucho... pero peor es para la familia de la victima...
Isabel le suplica que no juzgue a su primo con una ternura que hace mella en la endurecida alma del guapísimo hombre.
--tú lee todo lo que escribió de ti y piensa si tras esas líneas se esconde un asesino...
Isabel se va dejando a Francisco el diario. Francisco trata de seguirla para devolvérselo pero ésta ya se ha ido...
--¿y ahora que hago con esto?

Es de noche, Francisco está en la habitación de su bebé. Bárbara lo va a buscar para que vaya a dormir con ella.
--este no es tu sitio... tu sitio es a mi lado...
--No quiero nuestra hija nos encuentre en esto sin antes saber que soy su padre...
Ella le va desabrochando la camisa mientras le dice:
--si quieres tener a tu hija a tu lado tendrás que ser muy complaciente con su madre...
Francisco se deja arrastrar hacia el cuarto de la apasionada mujer. Es ella la que lo hace todo. Él está inmóvil. No sabe porque no deja de pensar en Isabel. Su ternura le ha llegado dentro.
--¿¿qué es lo que me pasa?¿qué? –se pregunta.
A pesar de sus pensamientos, puede responderle a la mujer tal y como ella espera. Después del placer, ella reposa feliz en los brazos de Francisco.
--te amo, te amo... toda mi vida se justifica por el estar ahora contigo...
Francisco no deja de pensar ya que tiene grabado en la retina el momento en el que Isabel le suplicaba que leyera el diario de su primo.
Justo cuando Bárbara se ha quedado dormida, Francisco sale de la cama totalmente desnudo. Se cubre con un pantalón de pijama y vuelve a la habitación de su bebé. Agarra ese diario. Lo empieza a leer sin nada de ganas pero alentado por la suplica de Isabel.
Con pudor, con pena, con ternura Francisco va leyendo en el diario de Ricard de sus miedos, de sus traumas, de sus deseos...
--¡¡era un degenerado... era un degenerado¡¡ --dice aunque con cierta compasión.
Pero no puede quitarse de la imagen de Isabel de su mente.

Días después, Francisco cita a Isabel para devolverle el diario.
--¿lo leíste?
El otro hace que sí con la cabeza. Nunca pensé que volverá a sentir interés por una mujer que no fuera su Bonita pero así es. El rechazo de Bonita lo ha hecho sentir muerto, estar frente a Isabel lo hace sentir vivo.
--me alegro... a Ricard le hubiera gustado mucho que lo leyeras...
--en realidad no me sorprende lo que leí pero eso no prueba nada...
--claro que sí... mi primo no creció... se quedó en su adolescencia...
--Cuando mató a ese hombre...
--me extraña que un crío pueda matar y deshacerse del cadáver de un hombre mayor que él...
--si alguien lo ayudó no lo hace menos culpable...
--si pero...
Francisco se deja llevar por lo que siente y acaricia en la mejilla a Isabel. Bárbara lo ve y enloquece de los celos. Bofetea a la mujer y la trata de perdida. No logra calmarse a pesar de los intentos de Francisco. Está como loca.
--¡¡Francisco es mío¡¡¡¡Francisco es mío¡¡¡¡sólo a mi me puede tocar... sólo yo tengo derecho a él¡¡ --Bárbara.
--¡¡por favor no hagas un escándalo¡¡ --Francisco.
--señora no sé porque se pone así porque Francisco y yo nos veamos. Él es sólo primo de la esposa de su hijo ¿no?
Bárbara se enfrenta a ella:
--¿¿y tú que sabes? ¡¡primo de qué? ja, ja... yo amo a Francisco desde hace años y no va a llegar una cualquiera como tú a quitarme a mi hombre...
Francisco ya se ha dado por vencido, se da cuenta que nada puede hacer para calmarla. De repente se da cuenta que Rosalinda está encima de las escaleras escuchándolo todo sorprendida. Francisco mira a su hija con pena.
--por favor... tu hija –trata de decir Francisco para calmarla.
Loca de ira, Bárbara dice:
--¡¡no, tu hija no... nuestra hija... Rosalinda es hija de los dos... tuya y mía... yo engañé al imbécil de mi marido pero es tu hija y la saqué del internado porque tú me lo pediste a cambio de acostarte conmigo¡¡
Rosalinda escucha la confesión de su madre perpleja. Francisco mira a su hija con pena. Isabel decide dejarlos solos.
--¡¡eso vete, vete y no vuelve... Francisco es mío, mío...¡¡
Aunque no quiere reconocer que le gustó ser acariciada por ese hombre, Isabel se da cuenta que es un imposible. Lo mira antes de irse pero él solo tiene ojos para Rosalinda y trata de calmar a Bárbara para que no diga nada que haga daño a la pequeña. Isabel se entristece porque Francisco no la mira y se va.


Asustado por los gritos, Marcos, que está al cuidado de doña Elena, quiere ir a ver lo que pasa pero de repente la cocinera le agarra de la mano. El adolescente se ilusiona al ver que se está recuperando.

Bárbara sigue hablando. Se enfrenta a Francisco:
--¡¡por favor, cállate... Rosalinda está...¡¡
Bárbara está tan rabiosa que no se da cuenta que el hombre le quiere decir que su hija los está viendo y sigue:
--¡¡además tu hijo pequeño legalmente es mi hijo... Bonita nunca te va a perdonar que le sacará a su hijo por tu culpa y su hijo será siempre nuestro hijo. Yo te la voy a sacar de mi camino para siempre y no va a ser sólo un secuestro. Estoy dispuesta a matar por ti...¡ --Bárbara.
Francisco cierra los ojos porque no soporta ver el dolor de Rosalinda.
--¿¡pero que es lo que pasa?¡
Rosalinda se acerca en ese momento y dice con horror:
--¡¡eres una asesina... quieres matar a su mujer... no me dijiste que era mi padre¡¡
Bárbara trata de justificarse pero ya es tarde, Francisco, muy triste, trata de calmar a su hija pero ésta no se deja.
--¡¡los odio, los odio a los dos¡ --dice.
Bárbara se enfrenta a Francisco.
--¡¡TODO ESTO ES CULPA TUYA... Y TU HIJO VA A PAGAR TU TRAICION¡¡
Rosalinda se enfrenta a su madre y dice:
--¡¡a mi hermanito tú no le haces nada...¡¡nada¡¡
A pesar de la dureza con la que su hija lo mira, a Francisco le emociona que su hija defiende a su pequeño. Están en esas cuando de sorpresa entra doña Elena ayudada de Marcos.
--ahora sí voy a decir toda la verdad...
Bárbara se sorprende al verla bien:
--¡¡maldita vieja... debí matarte¡¡
--¡¡mi niño Ricard no mató al padre de Omar... fue el padre de ustedes s¡¡¡fue mi señor Don Ricardo quien lo mató al saber que...¡
Bárbara la interrumpe:
--¡¡sí, sí... mi marido mató al amante de su hijo... vaya,... quedamos en que se guardaría el secreto... yo lo protegía por mis niños pero a ti no te importa...¡¡
Marcos y Rosalinda están deshechos, Francisco acaricia a su hija que no lo rechaza. Apoyada en Marcos, la cocinera dice:
--¡¡lo que usted permitió que le hicieran al niño Ricard fue un crimen¡¡
Bárbara se justifica diciendo:
--yo no quería que los niños supieran que su padre es un asesino...
--¡¡usted lo planeó todo... usted pagó al padre de Omar para que se acostara con el niño Ricard, para que lo engañara... y todo por dinero... usted fue la que llevó a el señor hasta el lago para que lo viera...¡¡
--¡¡yo no tengo la culpa que mi marido fuese un sádico y su hijo un degenerado... tú tampoco hiciste nada para defender a tu niño... tú dejaste que su padre lo obligara a tirar el cuerpo de su amante al lago como castigo de su delito...¡¡¡
--¡¡y yo nunca tendré como pagar por mi cobardía¡¡
Marcos está muy impresionado por el sufrimiento de su hermano. Rosalinda por la maldad de su madre. Francisco, que está acariciando a su hija, siente pena por su hija, por Ricard.
--¡¡ya es hora que se sepa la verdad... que se limpie la memoria del niño Ricard¡¡ --doña Elena.
--¡¡yo no he cometido ningún delito¡¡ --Bárbara.
Por su hija Francisco no dice nada pero es la niña la que dice:
--¡¡eso no es cierto... tú secuestraste a la esposa de Francisco de mi papá y has amenazado con matarla. Yo soy capaz de denunciarte... vas a pagar por todo el daño que hiciste¡¡
Bárbara no soporta que su hija se ponga en su contra y dice:
--¡¡eres una mala agradecida¡¡¡yo todo lo hice por ti¡¡¡por tu bien¡¡¡para que todo fuera tuyo... si no fuera por mi no tendrías nada¡¡
Muy triste Rosalinda:
--yo no necesito el dinero, yo sólo quería una mamá un papá...
Francisco se entristece por las palabras de su hija.
--quiero que le cedas a Marcos todos tus bienes y que pagues por tus delitos... que vayas a la policía... –Rosalinda.
--¡¡nunca, nunca¡
Bárbara sube corriendo las escaleras, Francisco está seguro que quiere hacer daño a su pequeño y va tras ella. Va un forcejeo tras el que Francisco cae rodando por las escaleras.




capítulo 25



Omar está frente al lago. Grita y llora.
--¡¡aquí estás papá... este lago... es tu sepultura...¡¡¡ahora ya sé toda la verdad pero¡¡¡no me siento mejor¡¡
Omar tiene un gran dolor en el pecho. Piensa en Marcos
--¡¡se casó... se casó por dinero...¡¡
Recuerda su ternura, las veces que dijo que él quería que fuera el primero.
--¡¡me mintió, me mintió¡ se estuvo burlando de mi todo el rato... seguro que ni era virgen entonces... seguro que se regaló a todos los peones que consintieron¡¡maldito, maldito¡¡
Omar llora sangre y cae al suelo roto del dolor.

Doña Antonia y sus hijas están en comisario donde han llevado a Ricard. Las tres están muy preocupadas. Quieren verlo. No soportan que lo traten como un animal.
--pero de veras él mató a ese hombre? –preguntan las chicas.
--No, sé... no me dijeron lo que pasó... aunque sí sé que su padre lo echó de la finca por acostarse con ese capataz... pero yo no sabía nada de su muerte... aunque sí sé que pasó algo que destruyó la vida de mi pobre niño... aunque yo creí que era el desprecio del padre...¡¡no pensé que fuera ese crimen¡¡ --Antonia.
Antonia exige verlo.
--está en enfermería... parece loco... yo creo que lo trasladaremos a una clínica mental... --les dicen.
Todas están desoladas.


Marcos no se ha movido de la cama de doña Elena. Bárbara va con ella. Marcos se sorprende. Doña Elena está consciente pero no se puede mover, no se puede defender. No puede hablar.
--¿pero qué me pasa?¿qué? Me tengo que mover... me tengo que mover... tengo que decir la verdad... tengo que ayudar al niño... no le pueden hacer esto... no le pueden hacer esto... –dice la cocinera sin que nadie la pueda oír.
Marcos se sorprende al ver a su madrastra.
--¿usted?
--estoy preocupada por doña Elena... ha sido casi una madre para mi... creo que estaría mejor en una clínica... –dice con un falso cariño.
--el doctor dijo que no hacía falta.... que está en shock y que era mejor no moverla... espero que reaccione en cualquier momento.
Bárbara le pide que la deje solas con ella y Marcos no oye los desesperados gritos de doña Elena que le suplica que no se vaya, que no la deje sola con ella. Marcos se va. En la sala está Francisco con el bebé. Marcos parece que busca a alguien. En el fondo le gustaría que Omar estuviera en la casa. Se miran con tensión.
--¿buscas a alguien? –pregunta él.
--Menudo lío lo que pasó...—dice Marcos para que no se dé cuenta que busca a Omar.
--¿de veras no sabías lo de tu hermano?
--Recién me enteré...
Los dos se miran nerviosos, sin saber que decirse. Marcos sonríe al ver la ternura con la que su guapo agresor trata a su supuesto sobrino.
--es muy lindo su sobrinito... ¿sus padres murieron?
--No es cosa tuya –dice con rabia.
--¿Qué te pasa? ¿qué es eso que dijiste de tu esposa embarazada?
Francisco no contesta ya que le puede el dolor.

Bárbara está con una asustada doña Elena. Tiene una almohada en la mano y parece que la quiere ahogar.
--sabes el médico ha dicho que puedes pasar meses así... debe ser muy angustioso pero yo no me voy a arriesgar... no quiero que hables... no quiero que digas nada... aunque yo no tenga nada que ver con lo que pasó me interesa que ese degenerado esté en la cárcel, quiero que se hunda, así no me podrá quitar nada...
Doña Elena trata de gritar mientras que Bárbara le va acercando la almohada.

Francisco y Marcos siguen juntos. La tensión se puede cortar con un cuchillo. Se hace un silencio. Finalmente Marcos, que le quiere preguntar algo, dice:
--es raro verte aquí con el niño... siempre estáis encerrados...
--te molesta? –pregunta a la defensiva.
--No, perdona...
--Lo que pasa es que mi niño estaba muy nervioso con todos esos gritos y me lo bajé para que se tranquilizara.
--nadie esperaba que pasara eso... ¿y lo que dijiste de tu esposa? ¿es cierto que la secuestraron? ¿crees que mi hermano tuvo algo que ver en eso?
Francisco lo mira con desprecio y le pregunta:
--¡dímelo tú!
--¿de qué hablas?
--de que hace nada yo estaba felizmente con mi mujer, íbamos a ser padres y si no hubiera sido por ese secuestro tan cruel no te habrías podido casar con mi Bonita y reclamar tu herencia... ¡¡Bonita es mi mujer¡ ¡La secuestraron para obligarla a casarse contigo¡
Marcos no da crédito a lo que oye.
--¿¿crees que yo tuve algo que ver con eso?¡¡¿qué interés tenía yo en casarme con ella que con otra?¡ Además ¿Mi esposa está embarazada?
Son muchas preguntas que no tienen respuesta ya que Rosalinda baja en ese momento. La adolescente pide tomar en brazos al bebé. Francisco deja al pequeño en brazos de su hermana con mucha emoción. El apuesto Francisco no puede evitar el llanto al ver a sus dos hijos juntos. Marcos acaba regresando al cuarto de doña Elena justo cuando Bárbara está apunto de ahogar a la cocinera.
--¿¿qué es esto?¡
Bárbara disimula:
--le estaba poniendo bien la almohada... qué bueno que ya estás aquí...
Marcos se queda con doña Elena que respira aliviada. Bárbara se va furiosa.
--¡¡maldito niño... seguro que se dio cuenta de algo... ahora tal vez ya no pueda sacarme de encima a esa maldita negra... pero yo no dejaré que se recupere... no me da la gana que salve a ese degenerado¡¡¡debió morirse hace años¡¡ --dice para sí.
Marcos no puede creer que sea de verdad lo que le ha parecido pero es tanta la angustia que ve en los ojos de doña Elena decide que no se separará de su lado hasta que se recupere.
--yo te cuidaré... yo estaré pendiente de ti hasta que te recuperes...

Nuevamente en comisaría, Ricard ha permanecido inmóvil en una cama de enfermería. Lo han dejado ahí porque parece como loco, parece muerto. Recuerda los gritos de Francisco y Omar. Ya no tiene fuerzas para luchar por su vida, por su libertad. Como parece ido, no extreman la vigilancia, así que el hombre, como un alma en pena, logra llegar hasta el armario donde tienen las medicinas y se hace con un frasco de las que le parece más peligrosas. Se las toma todas las que puede, esconde el frasco y vuelve a su cama. Actúa como una máquina, nadie se ha dado cuenta de nada. Su familia espera en la sala de espera, desea verlo. Antonia y sus hijas están muy angustiadas. Pronto el dolor y el luto teñirá sus vidas cuando una enfermera encuentre el cuerpo sin vida del atormentado Ricard..... ................................

............ .............................
Marcos recibe la visita de Omar. Lo recibe delante del cuarto de doña Elena. Lo trata con mucha dureza. A los dos les duele ese amor que todavía sienten el uno por el otro y tratan de ocultar.
--¿¡que es lo que quieres?¡¡ ¡dilo rápido que quiero ir con doña Elena...¡¡
--aún no se recupera...?
--¡¡ya ves que no¡¡
--debe ser la culpa... los remordimientos porque ella fue cómplice del asesino de mi padre...
Marcos lo bofetea:
--¡¡te odio¡
Omar lo agarra del brazo y le dice:
--¡¡ya ves que todo se paga... espero que no tengas nada que esconder... que tú no supieras lo que hizo el maricón de tu hermano¡
--¡¡ya te he dicho que yo no sabía que tenía un hermano, aún me cuesta creer que deberás tuviera un hermano¡¡cómo ves no he ido a su entierro... No comparto lo que hizo... no lo apoyo... aunque tampoco te apoyo a ti... lo que me hiciste fue una bajeza...
Omar lo mira como si él fuera la víctima:
--¡¡eres un descarado... te has vendido por dinero... te casaste por una herencia ¿y me reclamas a mi¡¡?
--¡¡tú te fuiste y me hiciste creer que me habéis hecho tuyo a la fuerza¡
Omar se le ríe con amargura:
--¡es la peor excusa que he oído nunca... te odio como antes te amé pero no te preocupes... no te volveré a buscar¡¡¡no nos volveremos a ver¡¡
Omar se va dejando a Marcos llorando recordando los momentos más tiernos que vivieron juntos. Unas lágrimas se escapan por el rostro del guapo negro aunque él lucha porque no sea así.


Bárbara está en su habitación. Cae sobre la cama riendo.
--¡¡muerto... muerto... ese estúpido era más idiota de lo que creí... peor que el padre... Me he librado de todos los que me molestaban y sin hacer yo nada... Marcos será el siguiente... una vez tenga su herencia me lo sacaré de mi camino... si no se muere naturalmente como sus padres y su hermano ya lo tendré que ayudar...
La mujer ríe como una loca.

Francisco se sorprende cuando le dicen que tiene una visita. Deja a Rosalinda con el bebé, le pide que vayan con Bonita. Luego va a ver a la visita. Se sorprende al ver a Isabel.
--¿tú? –dice él.
--¿me conoces verdad?
Con rencor él dice:
--claro eres la prima de ese asesino...
Sin poder ocultar su dolor, Isabel le dice:
--mi hermano pagó por lo que quiera que hizo... y pagó hace muchos años... aunque yo te doy mi palabra que era buena persona... Él no tuvo nada que ver con lo de tu esposa... me gustaría que leyeras esto... es su diario...

capítulo 24





Francisco se despierta desnudo en la cama de Bárbara y con un terrible dolor de cabeza. Está algo aturdido.
--oh no... --dice al ver que ha pasado la noche con Bárbara.
Ella es muy pícara.
--A pesar que te caías de borracho me has cumplido muy bien como hombre y te voy a decir lo que quieres... Rosalinda, la hija que supuestamente tuve con mi marido, es en realidad tu hija. Me casé embarazada de ti.
Francisco no reacciona por la noticia. El que se ha quedado sin habla es Blas que acababa de entrar en la habitación y no sólo ha oído la confesión de la mujer sino que se queda de piedra al ver que están desnudos.
--¿¿que significa esto? --pregunta Blas.
--¿y este tipo que hace aquí? ¡¡¿y a ti que te importa? --le dice Francisco.
Blas está como loco y desea golpearlo pero Francisco no entra en sus provocaciones.
--¡¡usted es un cerdo... se acuesta con Bárbara y con la Bonita¡¡ --Blas.
--¿¿eso es verdad? –Bárbara furiosa.
Francisco sale desnudo de la cama y se enfrenta a Blas:
-- ¡¡usted no es nadie para hablarnos así... ¡¡¡
--si claro nadie... --dice él lloroso-- ahora lo entiendo todo.
Bárbara abraza feliz a su amante y dice a Blas:
--¡estás despedido... no te quiero volver a ver más¡¡
Dolido Blas le dice:
--tranquila, que me voy de esta casa ahora mismo... soy yo el que no te quiero volver a ver...
Blas cierra la puerta. Una lágrima cae por su mejilla. Se la seca. No quiere llorar. Furioso empaqueta sus cosas.

Mientras se viste, Francisco dice:
--¿quien es ese tipo? ¿te acuestas con él?
--no estés celoso... yo te quiero a ti... --dice abrazándolo.
él se la saca de encima:
--a mi no me importa lo que hagas...
--Pues deberías... tenemos una hija... bueno dos hijos...somos una familia...
--¿donde está mi hija?
Ella lo mira coqueta y le dice:
--está en un internado... te diré donde está exactamente si te acuestas conmigo todas las noches... eso sí no debes descuidar a Bonita ella debe quedar embarazada... Si es tu hijo mejor…
Bárbara sonríe:
--así cuando la mate tú te quedarás a mi lado –dice para sí.
--ella no quiere que la toque... Me odia –dice él abatido.
--es una tonta ... le daremos un mes... con lo macho que eres no dudo que ya la preñaste...
Ella lo quiere besar pero él la rechaza:
--¡mi hija, quiero a mi hija en esta casa¡¡Estoy dispuesto a ser tu amante pero quiero que mi hija sepa que soy su padre¡
--nuestra niña volverá a esta casa pero no sabrá la verdad, no hasta que tú bonita tenga al hijo de Marcos.
--de acuerdo...
Bárbara lo quiere besar pero él le dice frío:
--¡antes quiero a mi hija¡¡
Francisco se va de la habitación dejando a Bárbara feliz. Francisco y Marcos se encuentran en el pasillo pero se ignoran. Francisco entra en la habitación donde está su bebé. Sonríe y es muy cariñoso con su hijo:
--una hermana... tienes una hermana...
El guapísimo hombre está desconcertado por lo que ha descubierto:
--una hija... tengo una hija que ya debe ser toda una mujer...

Días después, Rosalinda llega a la casa. Está feliz por no tener que volver al internado y aunque en un principio le da pena no encontrar a Blas, la mirada llena de ternura de Francisco la conmueve. Su sangre se reconoce. El hombre tiene que hacer un gran esfuerzo por no mostrar su emoción.
--mi hija, es mi hija... --dice para sí.
Bárbara está muy cerca de él para que no se vaya de la lengua. Padre e hija se miran fijamente.
--¿y tú quien eres? --le pregunta ella.
A Francisco se le saltan las lágrimas. Antes que diga nada, Bárbara dice:
--es primo de la esposa de Marcos...
Marcos está deseando abrazar a su hermana pero todos le ignoran. Francisco mira a su hija y dice:
--te puedo dar un beso?
Ella hace que sí en la cabeza. Ese beso une a padre e hija. Bárbara está feliz segura que Francisco será suyo para siempre.




Sin imaginar como ha cambiado la vida del hombre al que perseguía en el lavabo, Ricard lo hecha mucho de menos. Está apurado para salir al Ateneu. Llaman a la puerta. Casi se desmaya al ver a Omar. Reconoce a un rostro del pasado.
--¿tú? ¡¡no puede ser¡¡ --Ricard.
Omar lo empuja hacia dentro. Lo agarra del cuello.
--¡¡eres tú maldito¡¡¡tu mataste a mi padre¡¡¡¿recuerdas su rostro?¿no se te aparece en sueños? ¿has podido vivir todos estos años sin culpa?
Ricard está perplejo. Muerto del susto y del dolor. Omar enfurecido.
--¡¡niega en mi cara que tú eres el asesino de mi padre, maldito maricón¡¡ya sé lo que le hiciste, sé que te quisiste aprovechar de él y por eso lo mataste¡¡
Ricard está apunto de desmayarse, no es capaz de decir nada, lo que para Omar es una confirmación. Lo agarra del cuello y lo golpea, lo golpea una y otra vez. Ricard no tiene defensa, sangra.
--¡¡pídeme perdón por haber matado a mi padre...¡¡ --grita como loco.
Ricard está casi sin conocimiento y aún así Omar no deja de golpearlo.
--¡ya que fuiste hombre para matar, sé hombre para afrontar tu culpa¡¡¡¡confiesa tu delito¡¡donde enterraste a mi padre¡¡?
Por la mente del hermano de Marcos pasa la imagen del padre de Omar muerto de un balazo en la frente y con una piedra en el cuello y como él mismo, con todas las dificultades de su edad, enloquecido del dolor, lo lanzó al lago...
Omar le da paliza y lo obliga a llevarlo a la tumba del padre. Ya no le da opción a hablar. Además el chico está muy asustado. Omar conduce como un loco. Ricard está tirado en los asientos de detrás del coche como un animal. Van hacia la finca. Llegan al lago. Ricard no habla pero señala el agua.
--¡¡lo tiraste ahí¡¡¡maldito¡¡¿porque?¿¡que te hizo mi padre?¡¡¡él era un buen hombre¡¡
Omar lo sigue golpeando:
--tu padre me –intenta decir él.
Lleno de odio, Omar dice:
--¡¡no menciones a mi padre... cerdo...¡¡
Lo va arrastrando hacia la casa mientras dice:
--¡¡quiero que digas quien te ayudó en ese delito... quien sabía y todos iréis a la cárcel¡¡
Omar entra en la casa con Ricard arrastras y grita:
--¡¡aquí está el asesino de mi padre¡¡
Marcos y doña Elena salen de la cocina. Marcos mira escondido a Omar con rabia, con amor . Él parece ignorarlo.
--¡¡niño Ricard... ¿que te han hecho? --doña Elena con angustia.
LA cocinera trata de acercarse a él que llorando y escupiendo sangre susurra:
--doña Elena...
Omar no deja que se le acerque.
--¡¡no quiero nada para este asesino¡¡
Marcos mira a su hermano desconcertado:
--mi hermano... ¿tu eres mi hermano? ¿porque mataste a ese hombre?
Doña Elena llora y dice que no. Ricard ya no tiene fuerzas para nada. Francisco ha observado la escena desde las escaleras y baja y agarra del cuello a Ricard que cree que es un sueño:
--¡¡que tienes que ver tú con el secuestro mi mujer y mi hijo ¡¡?
--¿¿¡como?¡¡ --dice a la vez Omar y Marcos.
--¡¡mi mujer embarazada fue secuestrada hace unos días por...¡ --Francisco no se atreve a delatar a Bárbara..
--¡¡pues no dudo que este maricón tenga algo que ver... seguro que se quiso propasar contigo como pasó con mi padre... y se vengó en tu esposa¡¡ --Omar.
--¿¿como pudiste hacerme esto?¡¡ --dice Francisco agarrándole del cuello a Ricard.
Francisco trata de golpearlo, pero doña Elena se lo impide y grita:
--¡¡esto es inhumano¡¡¡¡él no...¡¡
Bárbara entra en escena y no la deja seguir:
--¡¡él asesino a tu padre, Omar, mi esposo me lo contó... por eso su padre lo echó de la casa... yo misma declararé en su contra para que lo metan en la cárcel y pague por su delito¡¡
Ricard queda en el suelo deshecho, casi muerto y a merced del odio de Francisco y Omar. Marcos está desconcertado. Tiene delante a un hermano del que no sabía nada y además al amor de su vida. Doña Elena quiere hablar, quiere decir algo pero sufre un ataque y pierde el conocimiento. Bárbara no puede ocultar su satisfacción. Marcos trata de ayudar a doña Elena que parece muerta, mientras llega la policía que se lleva detenido a Ricard que parece un muerto viviente. Omar se va con ellos. Antes mira a Francisco y le dice:
--tú y yo haremos que este delincuente pague por su delito... por cierto... Tú eres? No te recuerdo de la hacienda...
--soy Francisco –dice triste-- el novio de la esposa de Marcos...
Omar no entiende nada. Tiene el rostro desencajado.
--¿¿como?¡¡ pero dijo que su esposa...
--Lo sé... es una larga historia...
Omar está deshecho y enloquecido por los celos pregunta:
--¡Marcos se casó con su novia por una herencia ¿no?¡¡para tener un hijo¡
Francisco no contesta y Omar lo toma como un sí. Se muere de rabia y dolor.


capítulo 23









Totalmente desconcertado y como un alma en pena, Marcos se refugia en la habitación de doña Elena que se asusta al verlo tan mal.
--¿que te pasó, mi niño?
Marcos se abraza a ella sollozando:
--me mataron, me mataron otra vez.
--Pero ¿de qué hablas? ¿qué te hicieron?
Marcos siente mucha vergüenza por lo que le ha pasado con Francisco. No se atreve a decir la verdad. Doña Elena le acaricia los golpes de la cara.
--¿¿quién te hizo esto?
--el tal Francisco.
Y Marcos llora. Francisco es un hombre muy atractivo y muy tierno con su hijo. Se hubiera podido enamorar de él pero no entiende por qué tanta brutalidad. Marcos no deja de llorar. Doña Elena se da cuenta que hay algo más pero Marcos no le explica nada. Doña Elena lo va acariciando.
--No debiste meter a esta gente en la casa, no fue tan terrible lo de Omar.
Marcos, temblando y roto de dolor, saca de su bolsillo la nota que escribió Yazmine.
--¿porqué Yazmine te escribió esta nota?
--¿¿cómo?
--Esta no es la letra de Omar. No debes preocuparte. Omar no te tocó. No manchó tu inocencia, sigues siendo virgen.
Y Doña Elena que creía que le iba a dar una buena noticia saber eso aún destroza más a Marcos. Si Omar no lo tocó quiere decir que su primera vez fue el ultraje de Francisco y aunque no lo recuerda, Marcos prefería pensar que su primera vez se la llevó Omar y no Francisco. Marcos se hunde.
--¡¡mi primera vez... ese maldito me robó la primera vez¡¡ ¿qué pasó? ¿a caso Omar se burló de mi pero de otra manera? ¡¡haciéndome creer que fui suyo sin serlo? –dice para sí.
Doña Elena cuida a Marcos como si fuera su hijo y le duele verlo mal.
--¿estás seguro que el tal Francisco no te hizo nada?
--¡¡lo odio, lo odio tanto como odio a Omar¡¡
Con Lágrimas en los ojos, Marcos mira a doña Elena y dice:
--¿usted está segura que Omar no abusó de mí?¿¿porqué quería que yo creyera que estuvimos juntos.
--No, yo estoy segura que eso fue cosa de la mujer. Te metiste con su hombre.
Marcos está muy herido y sigue culpando de todo a Omar.
--¡fue él, fue él¡¡si no me tocó igual me hizo creer que lo hizo lo que es peor¡
--¿porque te haría una cosa así? ¿Porque te hizo creer que estuvo contigo si no era cierto?
Lleno de rabia Marcos dice:
--¡¡por mala gente, por hacerme daño¡¡él sabía lo importante que era para mí mi primera vez y por eso me engañó¡¡se burló de mi¡¡Lo que pasa es que claro está tan enamorado de su novia que no quiere lastimarla a ella... ¡¡sólo se divirtió conmigo¡¡sólo me quería para averiguar lo que pasó y como ya lo sabe pues me dejó pero antes me mató... me mató...¡¡¡Y ahora que voy a hacer?¿que voy a hacer con ese gente?
--es tu esposa y el tal Francisco se ve muy amigo de doña Bárbara, no podrás correrlo. ¡ya no puedes hacer nada¡¡
Marcos está totalmente destrozado y doña Elena no sabe qué hacer para calmarlo.

El médico revisa a Omar y le dice que ya está fuera de peligro. El guapo negro luego habla con Yazmine.
--¿que es lo que pasó? --pregunta.
--Nos atacaron... nos dieron una paliza...
--¿a los dos? No recuerdo que estabas conmigo... todo es muy confuso... Creo que estaba en el lago...
--Haz un esfuerzo mi amor... Me viniste a buscar, me pediste que volviéramos a intentarlo...
Omar está aturdido:
--yo no logro recordar nada...
Ella se muestra dulce:
--es normal... es por el golpe.,.. dentro de poco lo recordarás todo... La cuestión es que nos íbamos a ir de esa maldita hacienda...
Yazmine le muestra sus cosas que están en el armario de la clínica y Omar no duda de ella.
--¡entonces unos hombres nos apalizaron en nombre de Marcos¡¡¡ese niño se vengó de ti por haberlo utilizado para desenmascarar al hermano¡¡
Con una gran herida en el alma, Omar le dice:
--No puede ser que Marcos hiciera una cosa así...
--¡¡Es el hermano de un asesino... su hermano mató a tu padre¡¡¡no puedes creer en ese niño¡¡
--tienes razón...
Ella se sienta sobre la cama de él, lo acaricia:
--yo te voy a cuidar... sé que todo fue un truco tuyo para descubrir ese crimen... y yo que creí que me engañaste... pero te amo... yo te voy a cuidar... juntos vamos a olvidar todo esto... volveremos a nuestra casa... ya sabes lo que pasó con tu padre... ahora olvídalo...
--¡¡no... todos van a pagar por ese delito¡¡
--¡¡no tienes como probarlo... vuelve conmigo... seremos felices¡¡
Lleno de odio, Omar dice:
--¡¡ese asesino, Ricard Alsius Muntaner, va a pagar por su delito¡¡
--¿qué es lo que piensas hacer? Esa gente es muy poderosa... lo deben tener escondido, no lo encontrarás... Además no puedes probarle nada... Antes te mataran...
--¡¡Aunque se esconda como las ratas voy a dar con él y a ver si en mi cara es capaz de negarme que mató a mi padre...¡¡
Yazmine está molesta porque siente que todas esas ganas de venganza es fruto de su desamor hacia Marcos.

Al día siguiente, Marcos está frente al lago. Recuerda la primera vez que vio a Omar, su primer beso, su declaración de amor. Se enfrenta al agua:
--¡¡¿porque?¡¡¿porque me engañaste, lago?¿porque me enviaste a ese traidor y me hiciste creer que era el príncipe de mis sueños ,que me haría feliz?
Luego cae de rodillas pensando en Omar:
--¿¿porque me hiciste esto?¿porque?¡¡¡te odio¡¡te odio¡¡te juro que te voy a arrancar de mi corazón¡¡
Aunque desea meterse en el agua no se baña. Siente que ese lugar es maldito, siente que el lago la ha traicionado porque el hombre que él le “envió” la traicionó y se va jurándose que nunca más volverá.

Francisco está en la habitación de su hijo. No se atreve a salir. Doña Elena va a verlo.
--¿no piensa bajar? Debe comer...
--No tengo hambre... gracias...
--Usted no me parece malo, ¿¿qué le hizo a mi niño...?
Él la mira tratando de ocultar su llanto. Ella le toma de la mano:
--usted está sufriendo...
Él le quita la mano y brusco dice con desprecio:
--¿a caso es usted bruja?
--No, pero leo su dolor en su mirada... Mi niño Marcos también sufre... a él lo obligaron a casarse con esa señora que también se ve bien triste.
--Nadie obliga a nadie a casarse con otra persona si no quiere... –Francisco con rencor.
--¿La señora Bonita y usted están juntos, no? Entonces ella sí se casó porque quiso... pues no debe culpar a mi niño... Él es menor de edad... si su madrastra quería esa boda... mi niño no tenía como negarse... Además un mal hombre le hizo creer que se acostaron, mi niño estaba muy enamorado y sufrió al creer que no es virgen pero resulta que si lo es.
A Francisco le atormenta su delito.
--¡a mi no intente engañarme¡ ¡todos en esta familia son unos delincuentes¡
--usted tal vez. Mi niño Marcos es inocente. Es tan puro.
Francisco no quiere aceptar que él y su familia no son las únicas víctimas en todo esto.
--¡déjeme solo¡¡
--le traeré algo de comer y preparé un biberón para su sobrino... ¿quiere que se lo de yo?
--no gracias... ya lo hago yo...
LA negra doña Elena lo deja solo y el guapo Francisco mira a su bebé con ternura:
--tú eres lo único que tengo en la vida... nada me importa sino tú...







Francisco y Marcos y Bonita no se han visto en todo el día. Los dos últimos se la pasan encerrados. Bárbara no permite que Francisco le lleve el bebé a Bonita y eso hace que la mujer odie más a su novio. Por la noche él entra en el cuarto de ella.
--esto para mi es puro trámite... así que hagámoslo rápido –dice ella desnudándose.
Francisco la acaricia. Con su amor trata de derretir el muro de hielo que la mujer tiene alrededor de su corazón pero ella le escupe mientras hacen el amor:
--¡¡te odio, me da asco que me toques¡¡
--pues lo siento por ti... lo vas a pasar muy mal hasta que te quedes embarazada –dice él molesto.
Es un polvo rápido. Francisco se va por la ventana y Blas, que estaba de baño, sale por la puerta. Francisco iba a entrar en su habitación pero finalmente entra en la de Marcos.
--¡tenemos que hablar¡
Marcos está muy asustado. Lo mira con miedo. Se aferra a las sábanas. Francisco lo mira fríamente.
--¡No te hagas la víctima, lo que me han hecho para tener una esposa no tiene nombre¡
--Yo no quiero nada de ti, a mi no me importa esa herencia...
--no te creo nada... ¿porque te casaste ?
Marcos no hace más que llorar. Francisco lo mira con desprecio:
--¿¿¿qué querías regalarte a mi? ¡¡te mereces lo que te hice¡
--¡¡vete, vete¡¡¡¡No te quiero ver¡
--¡¡pues mejor¡¡
Francisco sale del cuarto. Oye que Marcos llora amargamente y se siente mal pero no quiere pensar que tal vez está siendo injusto. Se topa con Bárbara que un pequeño camisón, muy sexy trata de seducirlo. Él pasa de largo pero ella lo agarra del brazo muy coqueta:
--veo que mi hijastro no te sabe valorar... No sabía que te gustaban los hombres… eso es porque no me has podido olvidar. No has encontrado una mujer a mi altura.
Ella se muestra coqueta pero Francisco la desprecia:
--¡olvídame¡
--¿¿qué hacías con tu mujer?¿compartir los hombres?¡
Francisco la mira con mucho odio. Bárbara se le ríe:
--Por suerte tu bonita es una cualquiera, a saber de quién saldrá embarazada…
Francisco levanta los puños y se los tiene que morder para no golpearla.
--si no hay hijo pues no hay trato... aunque si tú eres complaciente conmigo...
--¿que quieres? --dice él muy brusco y tratando de sacársela de encima.
--no lo ves...? aún te deseo... quiero que me hagas el amor... --dice seductora.
--¡¡esto no forma parte del contrato...¡¡ --dice molesto.
--sé que te gusto... Eres mío... tienes que ser mío...
Ella le quiere besar el pecho pero él se la saca de encima y con odio le dice:
--¡¡es usted una víbora... jamás tendría nada con usted... es peor que una rata...¡¡
Llena de odio, Bárbara le dice:
--¡¡pues para que sepas tengo un hijo tuyo¡¡
--eso no es cierto...
--¡¡si maldito... quedé preñada de ti... y nunca sabrás que fue de ese bebé... si llegó a nacer o no a no ser que te acuestes conmigo esta misma noche...¡¡
Francisco la agarra del brazo y le dice con odio:
--¡¡eso no es cierto¡¡¡es un truco más de los tuyos¡¡¡es una mentira¡¡
--¿¿por qué? ¿a caso te cuidaste? ¡¡dices que lo darías todo por tu bebé... bueno pues no es tanto lo que te pido por tu hijo mayor¡¡
Francisco la zarandea:
--¿¿donde está mi hijo, donde?¡¡
--¡¡hazme el amor y te lo digo¡¡
Él la mira con odio, ella lo quiere besar pero él lo rechaza y se va. Furiosa ella le dice:
--¡¡estás en mis manos, tus hijos están en mi poder y tendrás que hacer lo que yo te diga¡¡
Francisco se va como loco. Despechada, Bárbara va al desván donde ya la espera un ansioso Blas.
--¿donde estabas? Llevo mucho esperándote dice él...
Ella lo besa para no tener que responder.

Desesperado por todos los acontecimientos que han pasado, Francisco baja a la sala y comienza a beber hasta que acaba borracho. Va a buscar a Bárbara que acaba de entrar en su dormitorio. Ella se sorprende al verlo. Él se empieza a desnudar:
--mi vida ha acabado por tu culpa... haré lo que sea... pero quiero a mis hijos conmigo...
Bárbara grita de felicidad mientras hacen el amor como bestias salvajes. Ella se retuerce de placer. El aúlla como un animal herido. Ella se aferra a su cuerpo, se siente como si volviera a tener 17 años. Después él se queda dormido, ella se lo queda mirando:
--te amo, te amo... eres tan bello... no me extraña que me volviera loca por no tenerte... pero ahora estás a mi lado y soy capaz de matarte antes de dejar que te vayas... No importa lo que haya pasado en nuestras vidas... ahora nos hemos encontrado... ahora estamos juntos y esta vez es para siempre...
Bárbara lo mira. Lo desea, lo siente ya como una propiedad suya. Recorre su cuerpo con la mirada desquiciada, con una pasión enloquecedora...